PLANES EN PERÚ
Restaurante Barrio: Disfruta de platos únicos en el corazón de San Isidro
Barrio es la encarnación del espíritu peruano: mestizo e inclusivo, divertido y colorido, atrevido y ceremonioso, musical y muy sabroso. Celebremos juntos, y con los destilados de Diageo, sus primeros 10 años.
Está rodeado de bancos, corporaciones, hoteles cinco estrellas, tiendas por departamentos y la agitación propia de la urbe. Uno podría esperar, entonces, por su ubicación, un lugar fastuoso y pretencioso y, quizás, altivo. Sin embargo, Barrio es la encarnación del espíritu inclusivo de la cultura peruana, mestizo y omnívoro, popular y festivo, colorido y siempre vivaz.
Sí, Barrio está en San Isidro, en pleno Centro Financiero, pero no resulta ajeno. Es un oasis, un escape hacia lo popular, a ese espíritu callejero del que tanto nos enorgullecemos los peruanos, pues, sea cual sea nuestro origen, todos queremos “tener calle”.
Con harta calle y mucha sazón
Uno ingresa a Barrio y el cuerpo se alegra, se energiza. Su decoración nos lleva sin pausa a una taberna criolla, eso sí, con ciertos toques cosmopolitas.
Por allí hay una foto de la selección peruana de fútbol, más allá de unos acróbatas callejeros, mientras en los techos altos cuelgan guirnaldas carnavaleras, la barra cebichera, inmensa y abierta, deja ver sus ajíes y cebollas multicolores, y una vajilla con muchos guiños a los platos de las casas con más “barrio”.
Al centro, una gran barra rectangular, desde donde salen los estupendos cócteles creados por Jean Carlo Cárdenas, el bartender corporativo del Grupo MCK, gestores de Barrio y otros espacios de gran suceso como Osaka, KO y Kero.
Muchas de las mesas están cubiertas con coloridos manteles de plástico, que nos llevan sin escalas a las picanterías de nuestra costa, de nuestros andes, aquellos donde la mayoría de los peruanos conocimos un cebiche, disfrutamos un chupe, nos deleitamos con un anticucho o alcanzamos el clímax con un tacu tacu bien taipá (generoso, opíparo).
Y así es la cocina que ofrece Barrio, peruanísima y generosa, una que viene del talento del gran Luciano Caycho, un cocinero 100% pura peruanidad. Su madre es una cantante de música criolla; su papá, mecánico, y sus tíos pescadores. ¡Cómo no iba a tener buena sazón!
“La cocina de Barrio refleja mi personalidad, mi manera de entender la vida; es mi zona de confort”, nos dice Caycho, quien ha pasado por los restaurantes de más renombre en el Perú: Astrid & Gastón, Central, El Mercado y, desde hace seis años, dirige los fogones de Barrio.
En Barrio son imprescindibles sus cebiches y sus causas y sus tiraditos. Por ejemplo, el Tiradito Sani es, a la vez, popular y pituco: lleva pulpo, pesca del día (nos tocó charela), palta, un chimichurri de ajíes y, el plus, una cremosa leche de tigre con queso grana padano. Si no es un viaje a Italia, por lo menos a La Punta, en el Callao.
Ahora, si lo que añoramos es el Street Food peruano por excelencia, qué mejor que unos Anticuchones. “Acá somos clásicos. Al corazón patriota de res lo sazonamos con ají panka y demás especias, y lo servimos con papas doradas y un choclito picantón”.
Aunque Caycho sea chorrillano, sabe que en el Callao se come igual de bien que en su barrio. Por eso, homenajeó al “Primer Puerto” con una Burger Chalaca, maravilla marina cuya hamburguesa tiene una mezcla de langostinos y pesca del día que, juntos y a la brasa, resultan un viaje en primera clase hacia el placer. La tártara, la cebolla crocante y la chalaquita de ajíes son su pareja ideal (porque todo placer debe ser compartido).
¿Quieres un lomazo saltado, un seco norteño o una sopa criolla (que aquí se llama “La sopa de la tía Cuchita)? En Barrio los encontrarás. Así como huatias y combos y jaleas. La casa, como el cocinero, el buen Caycho, es generosa y opípara.
¿Y la garganta, qué?
Tanta buena sazón da, en efecto, mucha sed. Ya dijimos que el máster creativo del lugar es Jean Carlo Cárdenas, quien tiene 22 años de experiencia en las barras, 20 de ellos en los bares de los muchos locales del grupo MCK.
Cárdenas nos dice que, como todo peruano que se respete, tiene mucha calle. “Mi barrio es Santa Clara, en Ate. Por allí, hay muchas zonas ‘sabrosas’ y siempre supe salir airoso. Ayuda a tener mucha personalidad. Esto también me ayudó mucho en mi oficio. Me ha tocado trabajar en Argentina, en Chile, en Estados Unidos, con verdaderos consagrados de la coctelería mundial (Sebas Maggi, Mona Gallosi), y de todos aprendí algo, por curioso, por mis ganas de aprender y de comerme el mundo, pero, sobre todo, por demostrar carácter y vocación de servicio. Hay que estar atento a las necesidades de los clientes y, desde nuestros principios y apuesta por la calidad, darles lo que más les satisface”.
Y vaya que uno encuentra satisfacción en las creaciones de Cárdenas y su equipo. Así como Barrio se inspira en los insumos peruanos y en las calles limeñas, en los destilados top de Diageo ha encontrado la versatilidad necesaria para expresarlos en su máxima potencia.
Por ejemplo, La Shushupe es pura Amazonía, mejor dicho, una manera refrescante de viajar, a través de un sorbo, a la más festiva selva. ¿Cómo lo logra? Equilibrando sus ingredientes: gin Tanqueray London Dry, licor de melón, almíbar de ají charapita con carambola y, para coronar, un chup de cocona e hibiscos. Pica, gusta y emociona, como toda Shushupe.
El Negroni Calletano tiene más calle que tú, yo, Cárdenas y Caycho juntos. Se sirve en vaso de vidrio azulado (los de cantina barrial) y la sabrosura le viene del gin Tanqueray London Dry infusionado en coco. Complementan la collera: un vermú peruano y un bitter mestizo al que llaman “achorao”. Mozo, no demore.
En el Perú, a toda Margarita le decimos “Margaracha”. Siempre con cariño, eso sí. En este homenaje a México y a su cóctel más icónico, Cárdenas mezcla tequila Don Julio Blanco y versatilidad, un destilado peruano y frescura, tuna roja y talento, limón y cariño y sal de rocoto y bravura. Una “Margaracha” para llevar al altar.
Ah, como se viene el Gin & Tónic Week, pide el que ha preparado Barrio. Además de gin Tanqueray London Dry lleva mucha fruta, mucho dulzor, mucho cariño. ¡Qué mejor manera de celebrarlo!
Barrio anuncia prontísima expansión. Caycho, en su condición de chef corporativo, llevará este barco, purita peruanidad, por todo el mundo. El hombre es chorrillano: navegar y cocinar, sabe. A nosotros nos queda saber comer, saber beber, saber gozar.