PLANES EN PERÚ
Alphonse y Los Parientes, dos famosos restobares limeños, se renuevan
Los Parientes estrena brunch y nuevos cócteles; Alphonse presenta a su nuevo equipo de barra. Se mantienen, la calidad, la hospitalidad y su alianza con el portafolio de lujo de Diageo.
Alphonse y Los Parientes pueden presumir de ser dos de los espacios favoritos de los limeños, lugares con clientes que vuelven día a día y que, además, son capaces de alcanzar el amor a primera vista con sus nuevos visitantes.
Ambos lugares destacan por su diseño, que los hace muy “instagrameables”; es decir, perfectos para sacarse un selfie llamativo, uno que, sin duda, impactará en las redes sociales. Porque, si bien Alphonse y Los Parientes cuidan el fondo de sus creaciones (en sabor, calidad y excelencia de sus insumos), también saben que es fundamental la forma. Por eso, así como el diseño del local es atractivo, también lo son la presentación de sus platos y cócteles.
Otra de sus máximas es la constante renovación, tanto porque esta es inherente a todo negocio gastronómico, como por las exigencias de sus clientes. Por eso, Los Parientes acaba de estrenar su brunch (esa mezcla entre un sabroso breakfast y un contundente lunch), y Alphonse tiene un nuevo jefe de bar, pues la coctelería de nuestros días es un territorio en constante cambio y, sobre todo, ebullición. Conozcamos sus renovadas propuestas.
LOS PARIENTES, PARA SENTIRSE COMO EN CASA
Aún no cumple un año, pero Los Parientes ya es uno de los restobares más queribles de la escena gastronómica limeña. Y lo es porque, como su nombre lo indica, logra que sus clientes se sientan como en casa.
Su receta es simple y compleja a la vez: engreír a sus visitantes, darles siempre lo que más les gusta, siempre de forma traviesa y divertida, pero también retarlos. Nos lo explica Gonzalo Arbulú, chef y propietario del lugar: “A Los Parientes la gente viene a pasarla bien, a vivir un momento de placer. Nuestra tarea es sumarle un plus a la experiencia. Lo logramos cocinando rico, haciendo buenos cócteles, satisfaciendo sus exigencias. Primero eso. Con el corazón contento y la barriga feliz, les ofrecemos nuestra propuesta original, aquella que nos hace distintos. Por eso, manejamos varios conceptos, porque como nosotros, que somos múltiples, nuestra clientela es diversa”.
Así nació el novísimo brunch. “También de una necesidad comercial”, se sincera Arbulú. “Sin importar las horas que lo tengas abierto, la renta o el alquiler del local es el mismo. Entonces, nos impusimos abrir desde temprano. ¿Qué busca la gente a esa hora? Un buen café, panes crujientes y recién salidos del horno, algún jugo, sánguches y opciones de comida ligera y, claro, los más atrevidos, incluso un cóctel. Entonces creamos nuestra “hora del brunch”. Ha sido un éxito”.
Lo ofrecen todos los días, de 8 a.m. a 2 p.m., pero como en Los Parientes se dedican a engreír a sus clientes, “si alguien llega a las 6 p.m. y nos pide la carta del brunch, lo atendemos”. ¿Y qué hay en el brunch? Como siempre, algunos homenajes a sus parientes. Por ejemplo, “Abuelo Alberto” le rinde culto a su antepasado, quien era fanático de roast beef de la antigua sanguchería Montecristo. Además de carne, este sánguche lleva salsa de champiñones, cebolla caramelizada y una mayonesa trufada. El crujiente pan se hace en casa.
Las croquetas de guacamole son un guiño a una aventura familiar que incluyó tormenta y nevada. ¿Cómo salieron del infortunio? Comiendo una palta en tempura. Bueno, Arbulú creó una croqueta a partir de esa anécdota, y con esos ingredientes, como inspiración, solo que mejor.
Chelito es un pescado con escamas de zapallo loche que celebra el buen diente, y mejor gusto, de su abuela Consuelo, nacida en Pimentel (Lambayeque, en el norte del Perú) y más conocida como “Chelito”. “Es un plato simple y sofisticado a la vez, como “Chelito”, mi abuela, como nosotros”, nos dice Arbulú.
¿Y la coctelería cómo viene? Todos los que van a Los Parientes deben probar su icónico Negroni, que además de un bitter aperitivo y vermú rosso es preparado con gin Tanqueray Royale Dark Berry. ¿Por qué? “Porque el sabor del Berry ensambla muy bien con el ahumado que agregamos a nuestro Negroni”, nos cuenta Arbulú.
Su Negroni Trufado es preparado con gin Tanqueray London Dry infusionado en zarzamoras y los aromas trufados provienen de un fat wash con este maravilloso insumo. También sirven un estupendo Bloody Mary con vodka Smirnoff, y su espresso martini tiene como ingredientes supremos a un café de origen cajamarquino (acopiado y tostado por su cuñado, su pariente, como es norma en “Los Parientes”) y, otra vez, vodka Smirnoff.
La carta es más amplia, y todas sus propuestas son sabrosas y divertidas, como “Los Parientes”, un lugar para lo lúdico y lo placentero. ¡Conoce más sobre este y otros de los mejores restobares de Lima en The Bar Perú!
ALPHONSE, EL BAR OCULTO DEL QUE TODOS HABLAN
Uno de los mejores hoteles en Lima es el Westin, en San Isidro. Inaugurado en 2011, siempre apostó por una cocina y una barra de excelencia y, claro, por la diversidad: no se contentaron con un solo bar, sino que montaron tres barras, todos con conceptos muy definidos. El Salar, el bar creativo. Luego, el Lounge Bar, un espacio sin complicaciones, para beber un clásico bien hecho y en un ambiente acogedor. Un gin tónic con gin Tanqueray London Dry, un Manhattan con whisky Johnnie Walker Black Label o una Margarita con tequila Don Julio Blanco siempre saben delicioso allí.
Pero había que darles a sus muchos clientes, del Perú y del mundo, un espacio más sofisticado, una barra en la que pudiesen sentirse como en Londres o Nueva York. Así nació, primero, In Situ y, estos días, Alphonse, un bar inspirado en los Años de la Prohibición (la segunda década del siglo XX), aquellos donde, en Estados Unidos, estaba prohibido beber, pero que pudieron ser superados gracias a la creatividad e imaginación de los clientes y propietarios de los bares, pero, sobre todo, de los bartenders, quienes, por estas adversas circunstancias, hicieron de su oficio una verdadera leyenda.
¿Cómo eran los bares en esa época? Por fuera tenían un negocio de fachada: una joyería, una florería, un salón de juegos, una sastrería, una tienda de música. Alphonse se vale de este recurso: por fuera es una tienda de vinilos donde se ofrece, sobre todo, jazz, aquella música que sonaba en los bares ocultos y en los salones de fiesta que alegraban la vida de los neoyorquinos.
Pasando la tienda de discos está el bar. Para ingresar hay que conocer una clave, a la que se accede cuando se hace la reserva. Es muy importante reservar en Alphonse. Sí, también podemos ingresar si nos vienen las ganas de un buen cóctel, pero te recomendamos seguir toda la ceremonia.
Una vez dentro del bar –cuya decoración tiene muebles con madera y terciopelo, barras con mármol y granito y las paredes muestran objetos icónicos de la primera mitad del siglo XX– y trasladados hasta los años 20, es hora de engreírnos con clásicos reversionados.
El nuevo bartender es Álvaro Rivadeneira, quien tiene casi 20 años de experiencia detrás de las barras y, para ser precisos, acaba de volver a su casa. Sucede que Álvaro fue parte del equipo que abrió el Westin. Ya venía de trabajar en otros espacios con cinco estrellas, pero nunca se sintió más a gusto que en el Westin.
La vida, y su carrera, lo llevaron a desarrollar su profesión en Bahamas, México y algunos cruceros, pero hoy está feliz por su retorno. “Alphonse es ideal para mí, porque yo creo que en la coctelería ya casi todo está hecho. Lo que nos corresponde es reversionar, modernizar, actualizar lo ya existente”. Y eso es lo que se hace en Alphonse.
Con el whisky Johnnie Walker Gold Label, Rivadeneira, semifinalista de la primera edición del World Class Perú en 2014, prepara un Light My Fire, un cóctel doblemente ahumado gracias a su combinación con mezcal, vermú rosso, un bitter aperitivo y chocolate. No es un Negroni, pero se le parece. Su función, encender nuestro fuego.
Stoned & Fancy es más lúdico, es más refrescante, es buenazo. Y lo es gracias a su lograda mezcla, una que incluye gin Tanqueray N°10, licor de chocolate blanco, copoazú y limón.
Ahora, en un lugar clásico hay que beber clásicos: dentro de su Negroni Fellas, su festival con ocho distintos negronis, nada mejor que Single, un cóctel elaborado con whisky single malt The Singleton 12, bitter
aperitivo y un vermú rosso y “sweet”. Se llama “Single”, pero convoca a toda compañía.
Alphonse encierra más secretos, grandes cócteles. Sí, es un speakeasy (bar oculto), pero para ingresar solo se requiere una clave y buen gusto. ¿Reúnes estas características? Invitado estás.
*TOMAR BEBIDAS ALCOHÓLICAS EN EXCESO ES DAÑINO
*RAZÓN SOCIAL: DIAGEO PERÚ S.A.
*RUC: 20263158327