PLANES EN PERÚ
El jazz sabe a whisky en los Parientes
Los Parientes lanza sus “Martes de Jazz” que viene con plus: un menú de cinco pasos de coctelería molecular, clásicos reversionados con técnicas de vanguardia. Así, los cócteles no solo se beben, también se muerden y, siempre, se disfrutan.
En los años 80, en elBulli (Cataluña), el mítico restaurante que fue número 1 del mundo según los 50 Best Restaurants y llegó a tener tres estrellas Michelin, el chef español Ferran Adrià creó la cocina molecular.
Adrià es, según varias publicaciones gastronómicas y periodísticas (Restaurant Magazine y Time, por ejemplo), el “cocinero más importante e influyente del mundo”. ¿Qué hizo Ferran? Trasladó los más recientes hallazgos científicos y tecnológicos hacia la cocina, y los utilizó, con creatividad y enfoque original y disruptivo, en la concepción de platos vanguardistas que, así como tenían que ver con la gastronomía, también se relacionaban con la ciencia y el arte.
Las creaciones de Adrià sorprendieron al mundo, pues inventó un nuevo alfabeto culinario, uno que permitió que sus platos resultasen siempre novedosos, iconoclastas, diferentes; es decir, revolucionarios.
Así, de su desbordante creatividad nacieron las esferificaciones, las espumas, las gelificaciones, y les dio nuevos usos a técnicas e instrumentos como el sifón, las cocciones al vacío, las infusiones en frío, las redestilaciones, etcétera.
El mundo lo miró deslumbrado y, claro, muchos de los cocineros más renombrados del planeta empezaron a seguir sus pasos. Tan grande fue su revolución que sus hallazgos se trasladaron de la cocina a la coctelería y a la vida cotidiana y otros terrenos más. Y aunque varias décadas han pasado desde entonces, sus hallazgos nos siguen deslumbrando.
EL JAZZ SUENA MEJOR CON WHISKY
Del influjo de Adrià se han servido Joel Fernández y Gonzalo Arbulú, bartender y chef de Los Parientes, para crear su nuevo “Menú de Coctelería Molecular” que ofrecen todos los martes, a partir de las 7 p.m., en su local de la avenida Mendiburu, en Miraflores.
Son cinco cócteles, todos reversiones de clásicos mundiales, todos con el mismo destilado base: el estupendo whisky Johnnie Walker Black Label. “Son cócteles con diferentes texturas: algunos se beben, otros se muerden, todos se disfrutan”, nos dice Fernández mientras hace la lista de las bebidas que se incluyen en la experiencia: un John Collins gasificado (se bebe), un Penicillin comestible y ahumado (por el nitrógeno líquido de su fórmula), un Rob Roy con aire de cacao y sal de Maras (se bebe), un Blond & Sand gelificado (se goza) y, a manera de postre, un Alexander cremoso. Todo por 99 soles. Una maravilla.
Porque, además de disfrutar los cócteles y aprender de las posibilidades de la tecnología y la ciencia en una barra, como inmenso plus, una banda de jazz impresiona a los asistentes con sus melodías e improvisadas armonías, esa particular cualidad que hace del jazz el terreno de la originalidad musical en estado puro.
“Cuando ideamos los cócteles y decidimos que estos fuesen con whisky, de inmediato asocié a este destilado con la música de la ‘Época de la Prohibición’, el emblemático jazz. Así, el “maridaje” entre bebidas y música sería perfecto”, nos dice Arbulú, mientras nos cuenta que, por tradición familiar, él también tiene al whisky como su destilado favorito y, dentro de ese universo, al scotch Johnnie Walker, por supuesto.
Las bandas de jazz se van turnando semana a semana. Nosotros pudimos oír en vivo a Oriente Trío, tremendo combo musical que combina los sonidos psicodélicos con ritmos latinos y melodías bluseras, cuyos integrantes son Juan Francisco Chávez en la percusión, Jerónimo Morán en el contrabajo y Joaquín Mariátegui, el fundador de Bareto, en la guitarra.
¿Necesitas más excusas para que tus martes tengan un destino inevitable? Los Parientes, con su vanguardista coctelería y sus melodías deslumbrantes, espera por ti.
Fotos: Luz Zurita
*TOMAR BEBIDAS ALCOHÓLICAS EN EXCESO ES DAÑINO