Nuevo local de Rosa Mezcal: imperdible para los amantes de la gastronomía y buenos destilados mexicanos

ROSA MEZCAL, AMOR A LA PERUANA

La franquicia es un éxito porque lo mexicano atrae, pero, también, por la coherencia en su concepto y porque el peruano, como el mexicano, todo lo mezcla, todo lo fusiona, todo lo transforma y, al hacerlo, le da una nueva identidad, casi siempre más atractiva.

Nos explicamos. En Ecuador, Rosa Mezcal es un restaurante con tacos, quesadillas, pozoles, enchiladas y demás. Así se montó en el Jockey, como una alternativa gastronómica distinta a lo que allí se ofrecía. Por supuesto, la coctelería debería seguir el mismo rumbo que la cocina, y tragos como las palomas y las margaritas eran parte de su carta. Como fondo sonoro, melodías mexicanas: rancheras y corridos, boleros y baladas. El concepto era redondo. 

Sin embargo, el cliente siempre manda. ¿Qué pasaba? Si bien a la hora del almuerzo la gente iba a probar los platos de la carta y tomarse algún cóctel, el ambiente se armaba con el “after office”, es decir, después de las 6 de la tarde, pero el delirio total se llegaba con la noche. De pronto, la barra tomó más protagonismo y el espíritu festivo de la gente obligó a subirle unos decibeles a la música pues querían cantar, a viva voz, sus alegrías, pero también sus penas. Lo sabemos, nada más mexicano (y peruano y latinoamericano) que el melodrama.

Así, la carta de cócteles se amplió y se hizo necesario contratar a un DJ residente, primero los fines de semana y, luego, casi todos los días.

Rosa Mezcal había encontrado su esencia, su espíritu, su razón de ser: alegrarnos la vida, comiendo, bebiendo, cantando.

LA ALEGRÍA LLEGA A MIRAFLORES

El Jockey Plaza se ubica en Santiago de Surco, un bonito distrito, pero un tanto alejado de la zona referente de la diversión en Lima, centrada en lugares como Miraflores, Barranco y San Isidro.

Ya lo dijimos, Rosa Mezcal es un éxito en el Jockey Plaza, pero los propios clientes les sugerían a sus promotores que debían llevar toda su magia hacia Miraflores o Barranco o San Isidro. “Hace falta un lugar con esta buena onda por allá”, les decían. Al poco tiempo encontraron un lugar propicio, en la cuadra 10 de la Av. La Paz, en Miraflores, donde antes hubo un famoso restaurante de hamburguesas.

El local resultó ideal, primero, por su ubicación, la avenida La Paz es una de las principales de Miraflores. Segundo, por su amplitud, con capacidad para acoger a más de 200 personas. Tercero, por su arquitectura, con un amplio salón en el primer piso, y un mezanine en el segundo, donde se ubica la Zona VIP con capacidad para cincuenta clientes. Allí se han montado dos barras, una de ellas, cual templo, dedicada al destilado de moda, el tequila Don Julio. ¿Sus sacerdotes? Hernán Vásquez, jefe de bar, y Hans Hukujara, bartender.

Para darle coherencia al restobar, el destilado principal es el tequila Don Julio. Nada más mexicano que esta bebida hecha con agave, perfecta para las mezclas más logradas. Por ejemplo, la Margarita Don Julio 24 K. Margaritas hay en todos lados, pero ninguna como esta: a su clásica receta de tequila Don Julio Blanco, limón y triple sec, en Rosa Mezcal le han dado un valor agregado en la decoración, unas láminas de pan de oro de 24 kilates. El cóctel luce hermoso. ¿Es más sabroso? La belleza, lo sabemos, se manifiesta primero a través de la mirada. Un lujo que se bebe.

Con tequila Don Julio Blanco también se prepara otro de los cócteles de la casa, el Chapuzón, una divertida mezcla de tequila Don Julio Blanco, cachaza, jugo de Jamaica, limón Tahití, jarabe de goma y cariño. Lo sirven en una muy mexicana, y colorida, catrina de cerámica. Fiesta en boca, fiesta en mesa.

Y aunque el tequila es el emblema del lugar, en Rosa Mezcal, atentos a todo mestizaje, también sirven otros destilados. Como la gente va en grupo –de cuatro, de ocho, de 25 y hasta de 50 personas– es muy frecuente que se pidan botellas enteras: de whisky Johnnie Walker Gold Label, de gin Tanqueray N° Ten, de tequila Don Julio Reposado, Don Julio Añejo, Don Julio 1942 y de ron Zacapa 23. Con este ron preparan el cóctel que tiene el nombre de la casa, Rosa Mezcal, que además de Zacapa 23 lleva jarabe de mandarina, zumos de piña y de limón y un licor italiano de naranja. Va en copa balón y, para muchos de sus clientes, ya es una costumbre ineludible.