PLANES EN PERÚ
Los Juárez, un lugar de alta energía y buena coctelería en Barranco
Tiene apenas dos meses, y ya es uno de los sitios preferidos por los limeños. ¿Las razones? Mucha diversión, buenos cócteles con los destilados de Diageo, amplias instalaciones y espíritu mexicano, ese que está de moda en el mundo.
Uno ingresa a Los Juárez y se siente en México, al menos en una de sus tabernas. Cómo no tener esta sensación si el local barranquino, abierto hace poco más de dos meses y conceptualizado por el estudio Ro de Rivero, está decorado con mucha de la iconografía de la cultura popular mexicana. Para empezar, el desierto, está lleno de cactus, distancia y dureza, pero también con un espíritu festivo gracias al colorido propio de las guirnaldas, esas que anuncian el Día de Muertos o el carnaval más festivo.
Si seguimos avanzando dentro del local encontraremos más elementos celebratorios, religiosos, populares. Para empezar, algunos altares, esos que tienen a la Virgen de Guadalupe, a la Virgen María y a muchas catrinas como protagonistas.
En el segundo piso –porque Los Juárez ocupa un local inmenso donde antes estuvo una planta de cerveza, y puede albergar, en sus dos pisos, su terraza y en sus ambientes privados a más de 500 personas–, más iconografía “charra”: sombreros, chamarras y fajas bellamente bordadas en tonos dorados; instrumentos musicales, ornamentos y más color, mucho color. El espíritu de la cultura popular mexicana en estado festivo (y en una lectura a la peruana).
Y ya que hablamos de México, nada más mexicano que un tequila, y dentro de estos, el emblema mayor, tequila Don Julio, que ocupa un lugar de privilegio en Los Juárez, tanto en forma como en fondo.
Al lado de la cabina del DJ, que pone, sobre todo, música popular mexicana y algunos éxitos del pop latino, Don Julio ha montado, a manera de escenario, su clásico camioncito tequilero. Allí, cómo no, a veces se sirven palomas, margaritas y neats, pero el espacio también es utilizado no solo por el DJ o algún músico invitado, sino por los más animados concurrentes quienes, micrófono en mano, cantan a todo pulmón, y cuál famoso intérprete latino, las exitosas canciones que el DJ va soltando. Tal ha sido su éxito que muchas personas van a Los Juárez con el incentivo principal de subirse a cantar al camioncito de Don Julio y, al hacerlo, sentirse, al menos durante una canción, una estrella musical.
Pero la presencia de Don Julio no queda allí: sus símbolos, su iconografía están presentes en el local de varias formas: un mural que ocupa los dos pisos de Los Juárez y, por supuesto, en el segundo piso, una vasta barra que calma la sed y potencia el ánimo festivo de los concurrentes.
Y por aquí y por allá, mensajes en eléctricas luces de neón que hablan de tacos, de amor, de música y celebración, porque así es México, porque así es Los Juárez, un lugar para pasarla muy bien: tomando una copa, bailando, cantando, confraternizando y, claro, también picando algo. Entonces, ¿qué comer y beber? Aquí la respuesta.
BUENOS CÓCTELES, ESPÍRITU MEXICANO, AMBIENTE CELEBRATORIO
Los Juárez se distingue de otros locales de inspiración mexicana, por un espíritu más inclusivo. Es decir, si bien México ocupa un lugar de privilegio, es el alma latina quien encuentra un lugar para expresarse, sobre todo a nivel de la música y alguna propuesta de comida y bebida.
Los DJ del local son tres. Uno de ellos se hace llamar DJ Arwin, quien nos ilustra sobre lo que allí se pincha: “Empezamos con música tranquila, algunas baladas, sonidos pop. Mucho México, sí, pero también canciones de otros intérpretes latinos, de Argentina, de Colombia, de Chile, de Venezuela y, claro, del Perú. Mientras la noche avanza, nos ponemos más festivos. Todos cantan, todos bailan, todos la pasan bien. La diversión solo aumenta. Ponemos buena música, por supuesto, pero nos ayuda el ánimo de la gente, su predisposición a pasarla muy bien”.
Este espíritu gozoso y lúdico se traslada a la coctelería, cuyos cócteles de autor han sido creados por el bartender Juan Pablo Orellana, quien tiene en Armando Izla, jefe de bar, a un competente lugarteniente. De sus manos salen, por ejemplo, Los Chingones, recreaciones al estilo de Los Juárez de algunos clásicos mundiales.
Por ejemplo, el Negroni DF lleva tequila Don Julio Blanco, un licor italiano infusionado en café y canela, vermú rosso, chocolate bitter con sal y humo de flor de naranja. Sincretismo puro, y mucho espíritu latino reflejado en el café, en el cacao y en la mano de sus creadores.
Siguiendo con esta impronta latina, qué mejor que un Jamaizcal cuya alquímica fórmula lleva tequila Don Julio Blanco, mezcal, una infusión de flor de Jamaica, canela y romero ahumado. Es un Sweet and Sour para reincidir y reincidir.
La Paloma es “al vermú” y se sirve en una ceremonial catrina. Su fórmula mágica contiene tequila Don Julio Blanco, un licor italiano con notas bitter, vermú rosso, zumo y soda de toronja rosada. Como decoración, un gajo de toronja y sal picante y especiada. Frescura pura. Una pasada.
Hay una sección de la carta dedicada a las margaritas más traviesas. Te recomendamos la Margarita Maracumango, por su espíritu tropical y dulzura. Además de mango y maracuyá, su receta lleva tequila Don Julio Blanco, talento y generosidad.
Don Carajillo sigue con la impronta latina, pues al tequila Don Julio Reposado le suma triple dosis de café: café al cold brew, licor de café y granos de café. De yapa, ralladura de piel de naranja. Y si quieres salir del tequila, nada mejor que una Royal Rita, que lleva gin Tanqueray Royale Dark Berry, limón y jarabe de Jamaica. Ah, también se sirven botellas de tequila Don Julio, de whisky Johnnie Walker, de gin Tanqueray y más. Ah, sí el tequila es Don Julio 70 o 1942, o el whisky es Gold Label Reserve o Blue Label, estos llegan a la mesa con luminosa y chispeante ceremonia.
Y como cantar, bailar y beber desgastan, qué mejor opción que recuperar energías (y volver a la diversión) que con las creaciones del chef Fernando Palomino. En su carta hay tacos variados como los trompos de Pastor (chancho marinado a la naranja, chiles, piña, cebolla blanca y cilantro), las arracheras (carne ahumada a la parrilla y cocida a fuego directo, cebolla y afecto), y las de carnitas (combinación de cerdo, pollo y res crocante, tortilla de maíz y salsas).
Palomino también sirve nachos, quesadillas de carne o pollo, fajitas mixtas (se sirven en sartén y son de pollo y res más su cebollita salteada y, a veces, caramelizada), jalapeños y burritos de carne, de pollo, al Pastor, de carnitas, de felicidad y más.
Así es Los Juárez. Por eso su éxito. Generosidad y diversión a tope. ¿Ya conoces el lugar? ¡Qué esperas!
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*TOMAR BEBIDAS ALCOHÓLICAS EN EXCESO ES DAÑINO
*RAZÓN SOCIAL: DIAGEO PERÚ S.A.
*RUC: 20263158327