PLANES EN LIMA

La ruta del tequila: los cócteles más recomendados para disfrutar en Lima

 

El tequila es tendencia en el mundo, sobre todo gracias a su etiqueta más icónica, Don Julio. 

¡Lima también es parte de este fenómeno! Recorre con nosotros “La ruta del tequila” y conoce los cócteles que con tequila Don Julio han preparado los exclusivos restaurantes Bottega Dasso, Franklin, La Cuadra de Salvador, Rosa Mezcal y el Hotel B.

El tequila es el destilado de moda en Lima y en el mundo. Sucede que la cultura popular mexicana se está expandiendo por el planeta gracias a su poderosa historia, extensa diversidad y colorida parafernalia. 

Uno de los elementos fundamentales de esta cultura, al lado de la música y la buena mesa, es la bebida, y nada más asociado a México y sus brebajes que el tequila. Los bares con alma mexicana se imponen por el mundo, de China a Estados Unidos, de Japón a Australia, de Rusia a Argentina.

El Perú no podía ser ajeno a esta tendencia global. Por eso, no solo se han abierto varios bares inspirados en la cultura mexicana y sus bebidas, sino que varios de los ya existentes y exitosos han introducido en sus cartas al tequila Don Julio ya sea on the rocks o neat o en cócteles deliciosos que tienen a este complejo y elegante destilado de agave como ingrediente principal.

Don Julio está presente en el Perú con sus dos líneas, la línea premium, donde aparecen los tequilas Don Julio Blanco, Don Julio Reposado y Don Julio Añejo, y la línea de lujo, representada por Don Julio 70 y el icónico Don Julio 1942.

Acompáñanos en esta “ruta del tequila” por los mejores bares de Lima.

BOTTEGA DASSO, ELEGANCIA COCTELERA

Desde que abrió sus puertas hace una década, Bottega Dasso, en San Isidro, fue un éxito. Y lo fue por su estratégica ubicación, en la famosa calle Miguel Dasso. A ello le sumó un elegante local, donde el negro mármol copaba mesas y barras, y una luz sutil iluminaba todos sus ambientes. Todo esto era muy bien complementado con una carta de cócteles donde los clásicos, sobre todo aperitivos, tenían un lugar de honor. En Bottegga Dasso se tomaban grandes negronis, estupendos Manhattan y soberbios Dry martini

La calidad de lo allí servido continúa. Para comprobarlo hay que ir, sobre todo los viernes, que tienen una carta selecta con tequila Don Julio. John Peter Hallasi, barman del espacio, lo saca en shots, y vaya que el Don Julio Añejo es delicia pura, pero también en cócteles logrados, como su reversión de la clásica Paloma, que lleva tequila Don Julio Blanco, agua miel, limón Tahití y soda de toronja. No hay cóctel más refrescante para este verano que una Paloma.

Sin embargo, el talento de Hallasi encuentra nuevas formas de expresión. Con el tequila Don Julio Reposado ha creado Polanco, un homenaje líquido a México a través de su icónico barrio. Polanco, que como barrio es fiesta, diversión y cultura, en Bottega Dasso salvaguarda estas características al combinar tequila, vermut dry, un cordial ahumado y un burbujeante prosecco italiano. 

Coyote, el tercer cóctel tequilero de Hallasi, tiene como ingredientes sublimes a un tequila Don Julio Blanco, limón Tahití y un licor de cítricos. Este es un trago ideal para calmar la sed y potenciar la noche por venir. Lo dicho, gracias al tequila Don Julio, Bottega Dasso sigue en estado de ebullición.

FRANKLIN, UN NEOYORQUINO CON ALMA MEXICANA

A Franklin, ese restobar con espíritu neoyorquino hay que ir todos los días. Esto lo saben bien sus muchos y habituales clientes, quienes encuentran en su carta deliciosa comida con espíritu cosmopolita y, cómo no, mucha esencia peruana.

A esa cuidada oferta gastronómica, han sabido sumarle una coctelería potente donde hay lugar para los clásicos, sobre todo aperitivos, pero también para los llamados “cócteles de autor”, aquellos donde los bartenders explayan su talento y creatividad.

Róger Álvarez, jefe de bar de los dos locales de Franklin, en San Isidro y Surco, nos dice que el tequila es uno de sus destilados favoritos porque a los cócteles, además de elegancia, les aporta complejidad, notas herbales y potencia. “Mi favorito es el tequila Don Julio Blanco porque allí se aprecia mejor el sabor del agave, materia prima de este destilado”.

Por eso, todos los viernes del 2024, en Franklin encontraremos una sólida oferta coctelera gracias a la sapiencia de Álvarez y a las muchas virtudes del tequila Don Julio. Así, con Don Julio Blanco, Álvarez ha potenciado dos de los clásicos de la coctelería mexicana y tequilera, la Margarita y la Paloma. El primero, esa delicia que el mundo bebe como agua, pero con más placer, lleva tequila Don Julio Blanco, limón y un licor cítrico de naranja y un ingrediente secreto (y peruanísimo) de la casa. Acidez que endulza. Su Paloma, además de Don Julio Blanco, tiene limón, soda de toronja con alma limeña y mucho goce. Porque así es la coctelería de Franklin, puro mestizaje. Es decir, cócteles que miran a la tradición, pero con libertad… y que en Franklin saben mejor.

Para continuar la celebración, hay que pedir un Reaper, donde al tequila Don Julio Reposado, Álvarez le ha sumado un licor de ajíes peruano, limón y esa delicia dulce y cítrica llamada tumbo. Es México, es Perú, es creatividad en estilo pleno. Ah, también hay Don Julio Añejo y Don Julio 70 servidos puros o en las rocas.

¿Los viernes los pasas en Lima? Qué esperas, Franklin tiene dos locales llenos de tequila y lúdica diversión para ti.

ROSA MEZCAL, FENÓMENO A LA MEXICANA

¿Qué te viene a la cabeza cuando piensas en México? Catrinas, tacos, música, bebida y mucha diversión. La asociación es inmediata. Peruanos, chinos, españoles, rusos, japoneses, todos, asociamos lo mexicano con una fiesta colorida e interminable.

Por eso, cuando visitamos algún espacio que se haga llamar “mexicano” esperamos que tenga todo aquello… y más. Rosa Mezcal es una franquicia que nació en Ecuador y que, en sus orígenes, solo se dedicaba a ofrecer los clásicos de la cocina mexicana.

Al llegar a Lima en agosto pasado, e instalarse en el Jockey Plaza, uno de los centros comerciales más visitados del Perú, estaba pensado solo como un restaurante, pero fueron los propios clientes quienes lo llevaron a su estado actual: un restobar que abre a mediodía, ofrece comida suculenta y generosa y que, conforme avanza el día, se transforma en un festivo bar con coctelería divertida, y con numerosos clientes, sobre todo chicas, que exigen cantar, bailar, sentir que están en la Plaza Garibaldi, en Ciudad de México, gritando a todo pulmón. Jolgorio puro que pronto será doble pues están por abrir un segundo local en la avenida La Paz, en Miraflores.

Roza Mezcal y el tequila Don Julio Reposado han sabido responder a este suceso estableciendo una alianza estratégica, por la cual todos los cócteles premium de la carta se preparan con tequila Don Julio, en sus versiones Blanco y Reposado. 

Jorge Vásquez, bartender del espacio, nos dice que para este verano han nutrido su menú con versiones clásicas y otras creativas. En los clásicos, las Palomas y las Margaritas son un fenómeno total, por generosas, dulces y coloridas. “En la Paloma, además del tequila Don Julio Blanco, usamos jugo de toronja natural y un cordial de la casa. Lo equilibramos con jugo de limón y listo. La vendemos por cientos en este pedacito de México en Perú. La Margarita es clásica, pero un poquito más dulce y más generosa en tequila Don Julio Blanco”, agrega.

Uno de los cócteles más pedidos es el Chapuzón, que es servido en un vaso globo decorado con las famosas catrinas mexicanas. Lleva tequila Don Julio Reposado, cachaza (aguardiente brasileño), limón, jarabe de goma y agua de Jamaica. Gimme the power.

Ah, como plus, todos los miércoles las Margaritas están a 2x1. Hay que conocer, y saborear, Rosa Mezcal.

LA CUADRA DE SALVADOR SABE A MÉXICO 

Gino Guerrero debe ser uno de los bartenders más experimentados de la escena limeña. Discípulo del maestro Hans Hilburg –quien, en los 90, desde las barras de Astrid & Gastón y Bohemia cambió para siempre la coctelería peruana–, ha encontrado su hábitat natural en el llamativo y amplio local barranquino de La Cuadra de Salvador.

Gino, quien ha pasado por las barras de los bares y restaurantes más famosos del país, despliega todo su potencial en La Cuadra de Salvador, porque allí trabaja con los mejores destilados e insumos que en el mundo existen. Por ejemplo, todo el portafolio del tequila Don Julio.

“Soy un bartender versátil. Tengo un lado creativo que me permite elaborar una coctelería siempre divertida, pues esa es mi esencia, la calle, lo colorido y la travesura, pero también me muevo bien en el terreno de los clásicos. Los aperitivos son los que más me llaman la atención, pero estamos en pleno verano, entonces, es el momento de los cócteles refrescantes, y con tequila son inevitables, y muy pedidos, las Margaritas y las Palomas. En La Cuadra ambos tragos se venden bastante, más aún ahora que los preparamos con el tequila Don Julio”, nos dice Gino.

La Paloma es clásica, con tequila Don Julio Blanco, limón y un agua gasificada con toronja que pica en boca y entusiasma el alma.

Los miércoles, los tres locales de La Cuadra de Salvador (San Isidro, Barranco y Chacarilla) son de Margaritas. Gracias al tequila Don Julio tienen un precio especial y, de yapa, su receta es potenciada con ingredientes top: al tequila Don Julio Blanco le suman un toque de licor de naranja, zumo de limón, un sirope casero, un colorido garnish, talento y mucha generosidad… porque en La Cuadra son generosos, y con Don Julio como tequila de la casa, más aún.

 

HOTEL B, NOCHES DE JAZZ Y TEQUILA

Barranco, el bello distrito limeño, es una invitación a la diversión más sofisticada, como la que ofrece el icónico Hotel B, un espacio boutique que, desde que abrió, está asociado a lo exclusivo, a lo elegante, a lo excepcional.

El Hotel B ocupa una hermosa casona construida en 1914, en plena Belle Époque, por el arquitecto francés Claude Sahut, responsable de la remodelación, entre otros, del Palacio de Gobierno. En 2013 se abrió en ese espléndido palacete, el Hotel B, un espacio boutique con menos de 25 habitaciones. Una joya. 

La barra, como es previsible, es otra belleza. Está presidida por un imponente y hermoso cuadro que tiene, en sus imágenes, una escena de bar. Tan icónica es la pintura que, cuando uno piensa en el Hotel B, de inmediato viene a nuestra mente esta obra.

Axel Romero es el jefe de barra. La coctelería de Romero se ubica entre las más logradas de Lima. Axel tiene talento, creatividad y trabaja en un lugar donde puede mostrar toda su sapiencia. Y lo hace, sobre todo los jueves, donde, además del jazz que resuena en el bar gracias a las “Noches de violín” que allí se organizan, tiene a dos destilados top para mostrar sus virtudes: el tequila Don Julio y el whisky single malt The Singleton.

Pero hoy concentrémonos en el tequila. ¿Qué podemos pedir en los “Jueves de saxo” del Hotel B? Dos coctelazos: Coa y González 24. Dejemos que el propio Axel nos hable de sus creaciones. “Coa es el instrumento que se usa para cortar el agave, la materia prima del tequila. Es mi homenaje a los maestros tequileros. Coa es un cóctel aperitivo que lleva tequila Don Julio Blanco, amargos, miel de agave, limón mandarino y un licor italiano. Es aperitivo, sí, pero también es muy refrescante”.

“Me gustan los tequilas blancos, categoría donde se ubica Don Julio Blanco, porque su sobriedad es ideal para las mezclas. En mi coctelería los ingredientes deben mostrarse, expresarse, manifestar sus virtudes. Todo debe tener sentido”. Tiene razón. Esta expresividad máxima la encontramos en un González 24, un cóctel que viaja por México y por el Perú gracias a sus insumos: tequila Don Julio Blanco, dry curazao, una muy andina tuna roja, un amazónico limón rugoso, un muy costeño óleo de mandarina y bitters. Un trago que es mestizaje puro, bonito de ver, bonito de beber.

Si es jueves y estás en Barranco, ya sabes a dónde ir. Hay jazz, tequila y placer en el Hotel B.