PLANES EN PERÚ

Explora los restobares top de Cusco: déjate llevar por una experiencia única

 

Cusco es una ciudad con una rica y milenaria historia. Hoy también es referente mundial por sus espacios de diversión, modernos y bien montados bares y restobares que están a la altura de los que vemos en las urbes más cosmopolitas. ¡Conócelos!

Cusco es historia. Cusco es paisaje. Cusco es presente. Hoy, gracias a sus mejores bares y restobares, Cusco es diversión.

En Cusco se estableció la cultura Inca, cumbre civilizatoria que destacó por su compleja organización política e imponente arquitectura. Luego llegaron los conquistadores hispanos y mantuvo su estatus como centro de poder. Por eso, su arquitectura, sus fiestas populares y arte colonial están entre las más destacadas del planeta.

En las calles de Cusco se oyen todos los idiomas del mundo. Es un lugar de comunión de todos los pueblos, de todas las culturas, de todas las costumbres. Es uno de los lugares más cosmopolitas del planeta.

Si bien su fuerte herencia cultural se siente a cada paso, en su gente, en su arquitectura, en sus paisajes, también es verdad que, al ser una ciudad que acoge visitantes de todo el orbe, hay que ofrecerles experiencias con un toque global. Eso se han propuesto Micaela, el speakeasy The Library y Sassy, tres espacios ineludibles de la vida en Cusco. Por eso, ¡vamos a ellos sin demora! 

 

MICAELA Y THE LIBRARY, MODERNIDAD

Micaela es un restobar con historia. Instalado en una casona colonial en plena Plaza de Armas de Cusco, es un homenaje a Micaela Vizcarra de González, una matriarca cusqueña que compró el lugar a fines del siglo XIX. Martín Polo, su tataranieto y promotor del restobar, quiso así homenajear a su ilustre antepasado, recordada por su inmensa labor filantrópica.

La casona es patrimonio nacional, por eso, el diseño de Micaela tuvo que ceñirse a los patrones de un monumento. Estuvo a cargo del estudio arquitectónico Ro de Rivero, uno de los mejores del país, y aunque respeta los patrones coloniales de su estructura, le ha dado toques contemporáneos. La carta de comida, que es puro confort food con guiños a lo andino, pero sin caer en clichés, ha sido diseñada por el chef Palmiro Ocampo, famoso por promover la sostenibilidad y la cocina de cercanía. Hay cebiches de trucha, una lasaña convertida en milhojas de verduras y hasta una sopita de la abuela con pollo, verduras, papa y kion.

Los cócteles están a cargo de André Querol, uno de los bartenders más competentes del Perú. Bajo su asesoría hay una revisión de los clásicos como el negroni con gin  Tanqueray, el Moscow Mule con vodka Smirnoff, el gin tónic con gin Tanqueray London Dry y botánicos de la zona, en especial del Valle Sagrado.

The Library es el speakeasy de Micaela, y el primer bar oculto de Cusco. Como toda mujer de mundo, Micaela Vizcarra era una gran lectora. Entonces, su biblioteca era nutrida. En plena remodelación de la casa, a Martín, su tataranieto, y a Roberto Rivero, el arquitecto, se les ocurrió que se hacía indispensable montar un bar, pero con “el estilo de Micaela”. Su nombre, The Library, en homenaje a ella y a su biblioteca.

Para ingresar al bar hay que mover un estante lleno de libros. Al hacerlo se ingresa al espacio íntimo de la casa de Micaela, un ambiente pequeño, de solo cinco mesas, para algo más de 20 personas. La decoración, mucha madera, mucho granito, sí, pero también los objetos de la matriarca, su gabinete de objetos con libros, máquinas de escribir, cámaras fotográficas y más.

La barra también está a cargo del crack André Querol, pero con más picardía, con más referentes culturales. Pulp, por ejemplo, el cóctel emblemático de The Library, lleva el single malt The Singleton 12, kion, miel y cúrcuma, y resulta una revisión “a lo Micaela” del notable Penicillin. Capulí le hace un guiño a lo local, pues a los whiskies Johnnie Walker Gold Label Reserve y Johnnie Walker Double Black les han encontrado perfecta armonía con frutos andinos, mistelas marinas y licores de albaricoque. Limung es frescura en boca gracias a su mezcla de gin Tanqueray N° Ten, un aguardiente botanizado con hierbas andinas, limoncello, un cordial cítrico y agua tónica. Hay que verlo, hay que beberlo.

 

SASSY BAR & LOUNGE , PURO PLACER

Sassy Bar & Lounge es obra de dos hermanos cusqueños con visión de mundo y sentido de la oportunidad: Fabio y Renzo Choque. Cusco necesitaba, nos dicen, un referente global. Mucha de la diversión tenía un componente folclórico, que no rechazan, pero sentían que los miles de turistas que visitan Cusco, y los propios cusqueños en busca de algo distinto, necesitaban un bar como los que hay en Nueva York, Londres, Madrid, Miami o Sidney.

Encontraron la ubicación perfecta en la calle Plateros, a pocos pasos de la Plaza de Armas, en una casona colonial con muros incas incluidos, donde montaron Sassy, un bar de high energy diseñado con la más alta tecnología, “una que es única en el Perú”, nos dice Fabio. 

En efecto, Sassy Bar & Lounge llama la atención, además de sus coloridos sillones, paredes y ambientes (con tonos verdes y rosa, todos llamativos) por su tecnología de punta: espejos, paneles LED y un techo con octógonos cual panal de abejas, lleno de luces que cambian al ritmo de la música, ideal para las proyecciones más vanguardistas y los juegos de luces más bizarros.

“Si teníamos la más alta tecnología, debíamos contar con los mejores destilados, por eso nuestra alianza con Diageo y su portafolio de lujo”, nos dice Fabio mientras nos cuenta que es un coleccionista de botellas emblemáticas de tequila Don Julio o de vodka Cîroc, que se lucen en la estantería del bar.

Desde su barra principal, salen cócteles clásicos y también algunos de autor. Los Apple Martini se hacen con vodka Smirnoff, los Dry martini con gin Tanqueray London Dry, el Manhattan con whisky Johnnie Walker Black Label y su Johnnie Highball también con Johnnie Walker Black Label. 

“También nos gusta lo tiki”, nos dice Fabio, y recomienda su Mai Tai, Rapa Nui y Zombie, todos con ron Zacapa Ámbar, pero si te animas también con Zacapa 23

Las botellas de Don Julio Blanco o Don Julio Reposado son infaltables, y las bondades tecnológicas del espacio son ideales para eventos específicos o cartas de estación. Eso hicieron hace poco con una activación donde se mostraron las diferentes versiones del gin Tanqueray y su versatilidad: con el London Dry prepararon un gin tónic; con el Tanqueray N° Ten, un “Ten Collins”; con el Tanqueray Flor de Sevilla, un Sevilla Tónic, y con el Tanqueray Dark Royale, un Tom Collins Royale. Travesura y tradición, modernidad y jolgorio, como Sassy, como el Cusco de nuestros días.