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¿Resto Bar o discoteca? Encuentra tu plan ideal en Trujillo

 

Conocida como la “Ciudad de la eterna primavera”, Trujillo se ha convertido en uno de los focos de la diversión del norte peruano gracias a sus cada vez más sibaritas restaurantes, sofisticados bares y festivas discotecas. Acompáñanos en esta travesía.

Trujillo es una de las ciudades con más historia en todo el Perú. Allí se desarrollaron verdaderos focos civilizatorios precolombinos como las culturas Moche y Chimú. Además, durante la Colonia fue una importante sede administrativa, desde donde se dictaban las leyes que regían a todo el norte del Virreinato del Perú (que incluía los actuales territorios de Ecuador y Colombia).

En el siglo XIX fue una de las primeras ciudades en declarar su independencia, y en el siglo XX allí nacieron o se formaron personajes fundamentales para la política y cultura peruanas como Haya de la Torre, César Vallejo, Ciro Alegría, José Watanabe y Gerardo Chávez. 

Por tanta historia, es una de las capitales que más turistas atrae, tanto locales como extranjeros, pues además de cultura tiene hermosas playas, una amplia campiña, atractiva arquitectura, buen clima –no en vano se le conoce como “la ciudad de la eterna primavera” –, gastronomía exquisita, una de las danzas más sensuales y hermosas del Perú, la marinera, y un don de gente que es connatural a sus habitantes.

Este éxito también se refleja en sus cada vez mejores opciones de diversión: concurridas discotecas, bonitos bares y sabrosos restaurantes, donde se lucen, gracias a las altas exigencias de los trujillanos y sus visitantes, bebidas de gran calidad como las que conforman el portafolio de Diageo: Johnnie Walker, Zacapa, Tanqueray, Don Julio, Ciroc, The Singleton y otros. 

Lo dicho, Trujillo está de moda. Vamos juntos a conocer tres de sus espacios más divertidos: El Palmar, Trasgu y Florida; pero, ojo, hay más, muchos más.

 

EL PALMAR, NUEVO, PERO CON HISTORIA

Imagen gentileza El Palmar

Abrió sus puertas hace menos de tres meses, pero El Palmar nació con historia. El llamativo restobar se encuentra en El Golf, una de los barrios más exclusivos de Trujillo, y ocupa la Casona Ganoza, una monumental construcción de inicios del siglo XX que perteneció a la familia Ganoza, uno de los apellidos con más abolengo y tradición de la ciudad. Los Ganoza, por ejemplo, fueron los creadores de la famosa Fiesta del Perol, donde los trujillanos vestidos de blanco total dan inicio al célebre Festival de la Marinera, que cada año se celebra en el también tradicional Club Libertad.

Pero volvamos a El Palmar. Allí, en los jardines de la inmensa casona, con una cocina majestuosa y una arquitectura y diseño que rememoran a las antiguas viviendas señoriales, se sirven platos que se inspiran en la cocina trujillana, pero con toques contemporáneos. Un ejemplo de ello es el Alorenzado, un escabeche de pescado bien sazonado con los ajíes provenientes del cercano Valle de Moche, cuna de la civilización precolombina. También vale la pena probar su picaña con puré de coliflor, que se cuece en la parrilla instalada al aire libre. 

Y como la buena mesa exige buenas bebidas, es indispensable trasladarse hacia las dos zonas de lograda coctelería que allí se han instalado, una dedicada al whisky Johnnie Walker y otra al gin Tanqueray

El Palmar es ya uno de los templos del Johnnie Walker Gold Label y de los highball con Black Label. El trujillano suele ser un bebedor clásico, y por ello toma mucho whisky en las rocas, pero, ciudadano del mundo como es hoy, no se niega a la coctelería más arriesgada, a la llamada coctelería de autor, que también se promueve en El Palmar.

Imagen gentileza El Palmar

Por ejemplo, en la Zona Tanqueray hay que entregarse a la frescura del Mojito Royale, que es una reversión del mojito, pero con travesura. Es una bebida tricolor que juega con la densidad de sus insumos. Para disfrutarla plenamente hay que removerla con la pajilla que corona la copa, donde se han insertado algunos arándanos, una de las frutas más cultivadas en Trujillo y de la que somos el principal productor mundial. Los arándanos le hacen un guiño a los blueberries y a la vainilla, los botánicos más resaltantes del gin Tanqueray Royale, ingrediente principal del cóctel. El resultado es una síntesis precisa de tradición y modernidad; de Trujillo y su nuevo espíritu festivo y cosmopolita.

 

TRASGU, PARA TODOS LOS GUSTOS

Imagen gentileza Trasgu

Trasgu es uno de los lugares con más onda de Trujillo. Y lo es por su capacidad de acoger a un público variopinto, donde todos son bienvenidos y se sienten bien recibidos.

En su amplio local, con una capacidad para acoger a más de 500 personas, cuenta con tres zonas bien definidas, todas listas para que la pasemos bien. 

En la barra se luce Antonio Esteves, competente bartender que, en 2023, fue finalista de la edición Perú del World Class, el concurso de coctelería organizado por Diageo. Más conocido como Mr. Muchik, Esteves ha creado cócteles como El Gran Chimú donde le hace un homenaje a la rica historia trujillana y a su generosa despensa, todos ensamblados con los destilados del portafolio Reserve de Diageo.

En Trasgu también se puede bailar en onda “high energy” y, al hacerlo, refrescarse con gin tonics clásicos con Tanqueray N° Ten, o algunos más juguetones con Tanqueray Sevilla o Tanqueray Royale

La Zona VIP se llama Johnnie Walker y es, además de un templo para el buen whisky, un espacio para la tertulia y la alegría sin par. Aquí se ofrece una variada selección de whiskies donde sobresalen las más exclusivas etiquetas de Johnnie Walker. No son pocos los clientes que se atreven a maravillarse con las bondades de un Johnnie Walker Blue Label, un John Walker & Sons King George V o un Johnnie Walker Odyssey.

Con tan buena oferta, que incluye algunas bandas de rock que toman su escenario los viernes, a Trasgu llegan todos, jóvenes de 20, de 30, de 40 años, y jóvenes de espíritu que ya superan las siete décadas, pero que encuentran en el local suficientes razones para la buena y sana distracción.

 

FLORIDA, PURA ENERGÍA

Imagen gentileza Florida

Pocos sitios con las bondades de Florida. Además de un local imponente, capaz de albergar a más de dos mil personas, en Florida hay música diversa, gente con ánimo celebratorio y bebidas de calidad gracias al portafolio de Diageo.

Como dicen sus clientes habituales, Florida es la casa de Johnnie Walker y, estos días, también de Don Julio. Es verdad, los trujillanos cada vez son más exigentes y reclaman mayor calidad. Por eso, saben que esta característica la encuentran siempre en un Black Label o en un Johnnie Walker Gold Label, en un Don Julio Reposado y, cómo no, en un Ron Zacapa o en gin Tanqueray.

Estas son las bebidas ideales para bailar al ritmo de las mejores orquestas y solistas del país, músicos de salsa, cumbia y demás ritmos festivos que, sin falta, se presentan todos los viernes en Florida. 

Los sábados es el turno de los DJ y sus hipnóticas mezclas, esas que a algunos nos llevan hacia el paroxismo, ese estado de ánimo donde la fiesta intensa, los tragos bienhechores y la alta energía se confunde con la felicidad.

Así es Florida, la discoteca que ha transformado a Trujillo en una ciudad donde florece, así como cultura y tradición, mucho gozo.