PLANES EN PERÚ
Guía de bares Miraflores: Los 4 bares imperdibles que debes visitar este fin de semana
Miraflores es el distrito más turístico de Lima, y lo es gracias a su hermosa vista al mar, a su amigable arquitectura, a su amplia oferta cultural y a sus buenos bares y restaurantes. Entre ellos destacan Sayani, Humo, Kurent y El Infusionista ¡Conócelos!
Miraflores está en la ruta de todos. Gracias a su amable diseño arquitectónico (lleno de parques, amplias avenidas, algunas alamedas y su estupenda vista al mar con un malecón siempre acogedor), a su amplia oferta cultural (galerías de arte, teatros concurridos, librerías y bibliotecas diversas y museos originales conforman el día a día del distrito), a su potente vida comercial (bancos, empresas y comercios varios conforman su paisaje cotidiano), a su rica diversidad gastronómica (acoge a varios de los mejores restaurantes del Perú) y a sus muchas opciones de diversión (algunos de los bares, y discotecas más concurridas están en la zona), Miraflores se ha vuelto un destino inevitable, tanto para los peruanos como para los miles de turistas que nos visitan cada año.
Esta confluencia de visitantes, muchos de ellos con estándares top, exige espacios a la altura de sus expectativas. En el terreno de los bares, Miraflores tiene mucho por mostrar, mucho por disfrutar. En esta exclusiva ruta por el distrito, elegimos cuatro de sus locales imprescindibles: el recién inaugurado Sayani, el muy acogedor Humo, el desafiante Kurent y el siempre lúdico El Infusionista. Anímate a seguir nuestros pasos. La vas a pasar genial.
SAYANI, EL NUEVO VECINO DEL BARRIO
Sayani es el sueño hecho realidad de Frank Alvarado, uno de los mejores bartenders peruanos. Con más de 10 años de experiencia, Alvarado ha mostrado su valía en las barras de espacios ineludibles como Astrid & Gastón, el hotel Pullman y Santería Bar. Además, en 2017 fue ganador de la edición Perú del World Class, el concurso de coctelería organizado por Diageo que se ha consolidado como el más prestigioso y competitivo del mundo.
Con estos antecedentes resultaba inevitable que buscase montar un bar a su imagen y semejanza, uno que reflejase su intensa búsqueda por el cóctel perfecto, uno que mirase al Perú y sus ingredientes, pero con vocación cosmopolita, es decir, utilizando los mejores destilados que existen como los que conforman el portafolio de lujo de Diageo, la corporación de espirituosos más renombrada del mundo.
Sayani está en una antigua casona miraflorina, con varios y amplios ambientes, techos altos y patio interior. En cuanto a la barra, su diseño es de avanzada, con la mesa de trabajo al ras y a vista de todos. En Sayani no hay secretos, solo amabilidad y buenos cócteles.
Sayani, palabra en quechua que significa “me mantengo en pie”, propone una coctelería de autor. “Mi intención es mostrar los muchos insumos peruanos que hemos heredado de nuestros ancestros, pero de una manera moderna, distinta, divertida”, nos dice Alvarado mientras enfatiza que, en este proceso, desarrolla mucha investigación y una intensiva inserción en técnicas de vanguardia. “Recupero el pasado y lo proyecto al futuro”, agrega mientras nos cuenta que, en su proceso de formación, pasó por bares emblemáticos como Florería Atlántico en Buenos Aires, Alquímico en Colombia, Limantour en México y varios más.
Las creaciones de Alvarado recogen su concepto y sus travesías. Por ejemplo, en “Del Huerto” usa insumos como el tomate Cherry que llegan de Pachacámac, al sur de Lima. Con el tomate hace un agua llena de umami que mezcla con gin Tanqueray N° Ten, licor de cereza, saúco y agua tónica, pues busca un cóctel fresco, cítrico, gustoso, colorido y muy atractivo en vista. Como garnish, un falso tomate Cherry hecho con chocolate y aguaymanto. Hay que morderlo, hay que beberlo.
“Sara Sara” es un homenaje al maíz, pues el Perú es uno de sus orígenes. Haciendo gala de su destreza técnica, Frank mezcla en esta bebida al whisky Johnnie Walker Black Label con un destilado de caña de azúcar que ha sido macerado con pancas de choclo, cebada, trigo y peras. Ambos insumos tienen notas ahumadas, así que la armonía es lograda. A estos ingredientes le agrega agua de manzana, tomillo, absenta y un toque de limón. El garnish, un choclo bebe tostado al momento. Otro cóctel para morder, beber, gozar.
“Maleño” tiene como destilado base al tequila Don Julio Blanco y resulta un homenaje a la costa peruana. La lúcuma, uno de sus principales ingredientes, es una deliciosa fruta que obtiene en Mala. Alvarado la clarifica con algarrobo, un toque de ron y butterscotch. Como cierre, un toque de mezcal y bitter de cacao. Como decoración, una galleta de lúcuma.
Sí, Sayani significa “me mantengo en pie”, pero quizás la frase que mejor defina hoy a Frank Alvarado, por lo demás finalista de la edición 2024 del World Class Perú, sea “me mantengo creativo y en ebullición”. Hay que comprobarlo visitando su bar.
HUMO, UN BAR MUY SÓLIDO
Humo es un bar que juega con los estados de la naturaleza: aunque su nombre aluda a lo gaseoso, es un espacio sólido que ha consolidado su valía sirviendo delicias líquidas.
Ubicado sobre Fuego, restaurante de carnes con quien comparte algunos conceptos (el ahumado, por ejemplo), ya es un imprescindible de las noches miraflorinas. A cargo de la barra está Yovanny Bruno quien, pese a su juventud, es uno de los bartenders más experimentados de nuestra escena coctelera. Bruno trabajó en el recordado Bravo Restobar y, más tarde, en el Hotel Los Delfines. También pasó por la barra de The Wall, icónica discoteca limeña, hasta instalarse en 2023 en Humo.
Bruno es un amante de lo clásico, por eso, su coctelería va por su reversión, siempre con creatividad, siempre con travesura, siempre con criterio. Además, gracias a su amplio recorrido en el mundo coctelero, es un conocedor de las exigencias que conlleva una barra: solidez conceptual, insumos de calidad y, por supuesto, un espíritu lozano, uno que ensambla perfecto con el público que llega a Humo: jóvenes entre los 25 y los 40 años, quienes, además de disfrutar del talento de Bruno, buscan un espacio que, sin ser informal, resulte distendido, amplio, acogedor, con buena música y gran ambiente.
Por eso, si te instalas en Humo te recomendamos empezar con un “Diamond”, que lleva whisky Johnnie Walker Black Label, jerez, un licor de marrasquino y una solución cítrica. Es un cóctel muy fresco y, a la vez, especiado por el jerez y con mucho cuerpo gracias al ahumado proveniente del whisky. Bruno nos explica que, a pesar de su frescura, es un aperitivo, de los favoritos de los clientes de Humo.
Para continuar la fiesta, qué mejor que continuar con un homenaje a un personaje de ficción, del que Bruno es fanático, Lleva gin Tanqueray London Dry, una infusión hecha con aguaymanto y toronja, un licor italiano de naranja y, como cierre, agua tónica. Para cerrar la sólida y atractiva performance, se sirve en mesa: el bartender llega con la copa, un emulsificador de gases y hielo seco. Hay show, hay color, hay sabor. ¿Cómo se llama el cóctel? Ve a Humo, allí comprobarás que, a veces, es mejor descubrir los misterios por nosotros mismos.
El peruano es ronero, por eso, Bruno le da en la yema del gusto y, de paso, le endulza la vida con un “Sweet Drops”, cuyo destilado base es el siempre lujoso ron Zacapa 23. Como complementos, un licor herbal, fernet, toronja y cítricos clarificados. “El ron acoge muy bien ingredientes amargos y herbales y, por su potencia, le otorga peso en boca a este cóctel. Para darle un final amable, sus notas cítricas”, nos explica Bruno mientras empiezan a sonar las melodías del DJ de Humo.
“Queen Malinche” es un homenaje a México y su historia y sus personajes. Por eso, su receta lleva tequila Don Julio Blanco, miel de maracuyá, naranja tatemada y un licor italiano de naranja. “Tengo una conexión especial con el tequila, he visitado la zona donde se produce y sé de su gran calidad y de su inmensa capacidad para las mezclas. Hay que respetarlo, hay que consumirlo responsablemente”, nos explica Bruno. Lo dicho, Humo es un bar sólido que entusiasma con bebidas.
KURENT, ATREVIDO Y NOVEDOSO
“Kurent es un dios, es el dios Baco de la mitología eslava”, nos dice Raúl Miranda Souza, abogado, amante de las buenas barras y socio de Kurent, uno de los bares con coctelería más atrevida en Miraflores.
Son las 10 p.m. y en el bar suenan melodías rockeras, otra de las improntas del lugar. “Kurent, además, es el dios de la fertilidad y de la buena vida. En Eslovenia, el carnaval, llamado ‘Kurentovanje’, que ha sido declarado ‘Patrimonio Cultural de la Humanidad’ por la ONU, está dedicado a Kurent”, nos ilustra Miranda Souza mientras nos cuenta que su bar refleja lo que siempre buscó en una barra: buenos cócteles (eso sí, un tanto disruptivos), buen ambiente, buena música y espíritu divertido.
“La buena coctelería y la diversión no deberían ser excluyentes. Kurent busca ser una síntesis virtuosa, un espacio distendido al que llevaríamos a la gente que más queremos”, agrega este amante de los aperitivos mientras nos cuenta que el lugar es un proyecto que construyó junto con Mariela Yamashiro, una empresaria con experiencia en terrenos gastronómicos.
Kurent destaca por su amplitud, por espacios amables a los que se puede ir en grupo, con una terraza al aire libre y una barra funcional. Ah, además de buenos cócteles, en Kurent se sirve buena comida, platos creados, en un inicio, por el cocinero Óscar Lorenzi (del restaurante Contento, de Nueva York), y que luego fue afinada por Yamashiro. Recomendamos su tortilla, sus empanadas y sus hamburguesas.
“Nuestra coctelería, como el bar, se inspira en las varias mitologías del mundo. Queremos que todo tenga que ver con la fantasía”, prosigue Miranda Souza. Su primer consultor fue “Nando” Córdoba, uno de los mejores bartenders del medio. “Anubis”, por ejemplo, es un homenaje a la mitología egipcia. Sus ingredientes son Johnnie Walker Black Label, mucílago de cacao, Angostura bitters y, en mesa, se ahúma con palo santo. Es un aperitivo con potencia, ideal para prepararse para lo bueno por venir.
“Alba Capsicum” es un cóctel picante, complejo y refrescante. Su nombre alude a dos de sus ingredientes base: Alba, que significa “Escocia” en gaélico, y Capsicum, que es el nombre científico de los ajíes. El trago lleva whisky Johnnie Walker Black Label y un licor de ajíes peruanos. Para equilibrar la mezcla, piña Golden, un cordial de limón Tahití, y para acentuar las notas picantes, un sirope de kion y bitters aromáticos. Pica y gusta.
Como a Miranda Souza le gustan los aperitivos, pues qué mejor que uno de sus emblemas, el negroni, con la diferencia de que en Kurent es más ahumado. De allí su nombre,” Smoked”, cuya alquimista mezcla contiene gin Tanqueray London Dry, vermú rosso, un licor de notas herbales italiano y humo hecho con chips de madera de cerezo. Dan ganas de levantarle un altar.
Kurent celebra a un dios, pero es un templo ideal para mortales paganos y festivos, como nosotros. Debemos convertirnos en sus devotos.
EL INFUSIONISTA, SIEMPRE LÚDICO
El Infusionista está en la muy festiva calle Manuel Bonilla, uno de los epicentros de la noche limeña. Su éxito es el reflejo de un trabajo colectivo: Jorge Chung y Luis Carrión en la creación del concepto, y Alexander Holender, y su equipo, en la concepción de sus siempre lúdicos y sorpresivos cócteles.
Autodidacta y muy creativo, disciplinado y perseverante, Holender tiene 12 años en el mundo de las barras. Empezó en la muy recordada primera versión de La Emolientería, el bar que nos convenció de que los cócteles divertidos podían ser buenos, y que había que tomarlos en un lugar siempre festivo. Luego integró el equipo fundador Cachina, María Mezcal y el novísimo La Calor, también del mismo grupo empresarial. Hoy es el gerente de bar de todos estos espacios.
Alex nos cuenta que El Infusionista se inspiró, en nombre y espíritu, en las antiguas droguerías a las que nuestros antepasados acudían en busca de una vida mejor. Por eso, la conexión inmediata de los cócteles de su primera carta con la gente, al punto que se convirtieron en icónicos. Es verdad, su numeroso público iba allí en busca de un “Botiquín”, de una “Transfusión” o de un “Tónico Casero”.
La nueva carta de El Infusionista nace de un viaje que Chung y Holender realizaron a China donde fueron convocados a montar un bar con impronta peruana.
Sin embargo, se produjo un fenómeno de reciprocidad, si bien llevó al Perú, Chung reconoció en China la cultura de sus antepasados y sintió una conexión inmediata. Cuando tocó renovar el menú (de bebidas y comidas), la memoria de este viaje vino a su cabeza. Con Alex y su equipo decidieron, fieles a su concepto matriz, que esta debería mirar los muchos elementos de la cultura china vinculados a una buena vida, objetivo primigenio de muchas bebidas creadas a lo largo de la historia.
Y qué mejor que hacerlo con la “Fórmula compuesta de Yi Yin”, un cóctel que le rinde culto al sabio chino Yi Yin, quien en su “Tratado clásico de la decocción herbal” afirmó que toda fórmula lograda debería combinar los cinco sabores en una sola preparación. Y eso hace este trago que lleva tequila Don Julio Blanco, jugo de toronja, licor de hierbabuena, aguamiel de jazmín y manzanilla, zumo de limón, láminas de pepino y hielo. Diremos que, después de beberlo, salimos felices.
Ah, mención aparte merece la carta de comida, toda de inspiración china, toda con sabores caseros, toda muy sabrosa. Hay guisos, hay fideos, hay arroces, hay cariño. Fue trabajada en colaboración con el famoso chifa Chung Tong, porque a una coctelería que cura había que armonizarla con una comida que gusta.
*TOMAR BEBIDAS ALCOHÓLICAS EN EXCESO ES DAÑINO
*RAZÓN SOCIAL: DIAGEO PERÚ S.A.
*RUC: 20263158327