Los mejores cócteles con whisky para cada ocasión

1. A la antigua usanza

Lo mejor para: Nostalgia y contemplación tranquila

Preparar un Old Fashioned le conectará con generaciones de entusiastas de los cócteles que han disfrutado de esta bebida desde el siglo XIX. La intemporal combinación de whisky, azúcar y amargo de Angostura es cálida y reconfortante, al tiempo que aporta una refinada elegancia a cualquier ocasión. Para saborearlo lentamente, sirve un Old Fashioned en reuniones íntimas en las que quieras que la conversación siga fluyendo.

"Para un Old Fashioned, personalmente prefiero un whisky de centeno. El whisky de centeno aporta al cóctel un elemento fuerte y especiado, que añade profundidad de sabor y complejidad. Clásicamente, este cóctel se prepararía con bourbon, debido a su naturaleza más rica y dulce, que también es una buena elección. También se puede experimentar con el tipo de azúcar. El azúcar Demerara aporta notas más ricas y terrosas, mientras que el sirope de miel añade una capa de frescor floral. Las posibilidades son infinitas en este cóctel".

2. Whisky Sour

Lo mejor para: Celebraciones desenfadadas

El Whiskey Sour es popular entre los amantes del whisky de todo el mundo. Pero en Estados Unidos ha alcanzado un estatus legendario, y el 25 de agosto se celebra el Día Nacional del Whiskey Sour. Se trata de un cóctel relativamente fácil, cuyas recetas típicas llevan whisky (o whisky si es escocés), azúcar, zumo de limón y, opcionalmente, claras de huevo. Esta bebida ligera y espumosa añade alegría a cualquier celebración, sin grandes complicaciones.

"El cóctel Whisky Sour es un gran vehículo para la manipulación de sabores. La base es fuerte y es fácil cambiar un ingrediente por otro. Una forma sencilla de adaptar el sabor es cambiar el sirope, por ejemplo de melocotón o de flor de saúco. También puedes añadir hierbas o frutas para personalizar aún más la bebida. La próxima vez, prueba a añadir hojas de salvia o fresas para refrescar tu Whiskey Sour".

3. Whisky Highball

Lo mejor para: Relajarse tras un largo día

Cuando no tienes energía para preparar nada complicado, lo mejor es un Whisky Highball. Sólo tienes que llenar un vaso alto con hielo, añadir tu whisky favorito y completar con soda. Notará que las burbujas de la soda realzan los matices de sabor. Los Highballs de Whisky pueden variar mucho en función del tipo de whisky que utilices -desde la suave sencillez de un whisky escocés de malta hasta algo más dulce como el Bourbon-, descubrirás que hay mucho que descubrir en este cóctel clásico simplemente cambiando de soda.

4. Manhattan

Lo mejor para: Una velada sofisticada y clásica

Los Manhattans son conocidos por su complejo equilibrio de sabores, que combina whisky, vermut dulce, amargos y una guarnición afrutada. Con un sabor rico, corpulento y ligeramente dulce (además de un toque picante), el Manhattan clásico es un cóctel de whisky aromático y sofisticado, que se sirve mejor en un entorno de lujo que recuerde a sus orígenes. Mad Men conoce El Gran Gatsby - donde la presentación significa negocio.

"Mi consejo número uno para elevar una bebida tan clásica como ésta es utilizar cristalería fría. Guardar la cristalería en el congelador es la forma ideal de disfrutar de este cóctel durante el mayor tiempo posible y en las mejores condiciones". El Manhattan también ha visto una gran variedad de guarniciones, desde la cereza a la piel de naranja, e incluso el helado en un momento dado. Pruebe distintas guarniciones para ver cuál prefiere, y encuentre su cóctel Manhattan ideal".

5. Hot Toddy

Lo mejor para: Acogerse en una fría noche de invierno

El Hot Toddy, que suele prepararse combinando agua caliente, el whisky de su elección, miel y zumo de limón, es uno de los cócteles de whisky más populares y una forma acogedora de entrar en calor. Existen innumerables maneras de preparar esta bebida, así que considere la receta estándar sólo como una guía. Puede probar a utilizar té caliente en lugar de agua, o cambiar la miel por sirope de arce. Especias como la canela, el clavo y el anís estrellado también pueden añadir un toque festivo a este cóctel.

"Para que este cóctel sea aún más reconfortante, utiliza tu taza favorita, o incluso aderézalo con un bonito saquito de té para compartirlo con tus amigos y familiares".

6. Café irlandés

Lo mejor para: Un capricho para después de cenar

Un café irlandés es una forma estupenda de rematar una comida en cualquier época del año. Una sencilla mezcla de café, Irish whiskey, azúcar moreno y un toque de nata ligeramente montada, es la calidad de sus ingredientes lo que hará que brille. Para darle más sabor, añada un chorrito de crema irlandesa Baileys.

"La mejor forma de montar nata para un café irlandés es utilizar una lata de cóctel con una cucharilla dentro y agitar. Tendrás nata montada en un santiamén (pero ten cuidado de no pasarte). Si no tienes una lata de cóctel, también puedes utilizar una coctelera de proteínas con la bola de metal dentro, para conseguir un efecto similar. A la hora de poner las capas, vierte suavemente la nata en el dorso de una cuchara grande, para conseguir el efecto de capas deseado encima del cóctel. Y asegúrate de endulzar el café para que aguante bien el whisky del interior".

7. Mint Julep

Lo mejor para: Complacer a la multitud

El Mint Julep es sinónimo del sur de Estados Unidos y del Derby de Kentucky. ¿Sabía que cada año se sirven más de 120.000 Mint Juleps durante las carreras en Churchill Downs? No es de extrañar, dado lo deliciosamente refrescantes que son. Los Mint Juleps suelen prepararse vertiendo bourbon sobre hojas de menta fresca mezcladas, sirope simple y hielo picado. La combinación de la complejidad del bourbon, la frescura de la menta y el sirope dulce crea un sabor equilibrado.

"Este cóctel puede beneficiarse mucho de unos chorritos de agua de rosas dentro del servicio. El agua de rosas es un líquido muy aromático que, utilizado en pequeñas cantidades, puede añadir un sabor y un aroma sorprendentes a su cóctel."

8. Boulevardier

Lo mejor para: Una versión más profunda y cálida del Negroni

El Boulevardier, una versión del Negroni con whisky de centeno en lugar de ginebra, es un cóctel de whisky rico y excitante. El whisky aporta un carácter cálido, a roble y ligeramente picante, mientras que las notas herbáceas y cítricas del Campari y el vermut añaden complejidad a la bebida. El resultado es un cóctel equilibrado y sofisticado con un perfil de sabor único y memorable.

9. Clavo oxidado

Lo mejor para: Un servicio sencillo con sabores complejos

Simple y atrevido, un Rusty Nail se elabora con sólo dos ingredientes: Whisky escocés y Drambuie, un licor dulce de hierbas. El Rusty Nail, que suele servirse en un vaso con hielo, es conocido por sus fuertes sabores. Utilice un whisky escocés de alta calidad con un carácter ahumado, a turba y robusto, y el Drambuie le añadirá complejidad. Cambiar el perfil de sabor es tan sencillo como alternar entre un whisky de mezcla y su whisky de malta favorito.

10. Vieux Carré

Lo mejor para: Impresionar a los entusiastas de los cócteles de alto nivel

El Vieux Carré apareció por primera vez en la edición de 1937 de "Famous New Orleans Drinks and How to Mix 'Em". Con el renacimiento de la coctelería en los últimos años, esta compleja bebida ha vuelto. No apto para principiantes, el Vieux Carré se elabora con porciones cuidadosamente medidas de whisky de centeno, coñac, vermut dulce, Bénédictine y dos tipos de amargos. ¿La recompensa? Un equilibrio ideal de sabores multidimensionales que lo distingue de cualquier otro cóctel.

"Una bebida compleja para el amante avezado del whisky. Este cóctel se beneficia de la base espirituosa 50/50 de centeno y coñac. De este modo, el cóctel adquiere más complejidad y sabor para que pueda disfrutarse de verdad. No es el primer cóctel con el que introduciría a alguien en el mundo del whisky, pero sin duda es algo a tener en cuenta para aquellos que quieran una nueva experiencia."