PLANES EN PERÚ

Empezó el verano en Lima: las mejores discotecas de Sur Chico

 

Amärea y Hacienda, los points para el verano en el Sur Chico.

El verano llegó y, con él, la diversión. Punta Hermosa y Punta Negra albergan a dos de las mejores discotecas de Lima: Amärea y Hacienda. Conócelas y sumérgete en una fiesta infinita.

Al fin. El verano ya está aquí y, con él, la diversión total. El sol nos energiza y necesitamos descargar toda esa energía acumulada cantando, saltando, bailando, gritando y, claro, tomándonos una copa, y dos y por qué no tres. Para acoger tanto espíritu festivo se hacen necesarios templos paganos a los que algunos llaman bares; otros, discotecas. 

En Lima, en el verano estos santuarios de la celebración explosiva se trasladan al sur, hacia las muchas playas cercanas a la ciudad. Punta Hermosa y Punta Negra son dos distritos limeños, a 43 y 50 kilómetros de la ciudad, respectivamente, que siempre mantuvieron su espíritu festivo. 

Aunque a inicios de este siglo, la diversión se trasladó hacia Asia y su Boulevard, en los últimos años el llamado Sur Chico ha sabido renovarse y repotenciarse. Asia sigue vigente, pero el circuito ha crecido con la recuperación de Punta Hermosa y Punta Negra. ¿Los beneficiados? Los miles de limeños que hoy tenemos más opciones para elegir, lugares donde bailar sin control y beber con alegría, siempre en búsqueda de la apoteosis máxima. Con el ánimo a tope te invitamos a conocer las propuestas que Amärea y Hacienda tienen para nosotros este verano.

AMÄREA, ALTA ENERGÍA, FIESTA EXPLOSIVA

Apenas tiene una temporada, pero algunos afirman sin dudarlo que ya es la mejor discoteca de Lima. Sucede que Amärea, operada por los gestores de Qiu, otro top de la diversión limeña, es pura vitalidad, pura energía. 

Ubicada en un amplio local de Punta Hermosa, en el kilómetro 43.5 de la Antigua Panamericana Sur, es capaz de albergar hasta 3 mil personas. Esta amplia comunidad festiva conformada, sobre todo, por gente sobre los 25 años, contagia su entusiasmo a todos los que asisten. Es decir, en Amärea todo es high energy

Al lugar llega siempre gente simpática, la música está a cargo de dos de los DJs más capos de la escena local –hablamos de DJ Nico y DJ Boogie, quienes también ponen la música en Qiu–, el diseño, donde prima el color blanco, corre por cuenta de Iván Lee, uno de los más reconocidos arquitectos del país, y las bebidas del portafolio de Diageo: el whisky Johnnie Walker, el gin Tanqueray y el tequila Don Julio. Lo dicho, con todos estos ingredientes, en Amärea es imposible aburrirse.

La discoteca está dividida en tres zonas. En el primer piso, en la Zona General, hay una isla central donde se impone la figura del caminante del whisky Johnnie Walker. Desde allí salen, cómo no, botellas enteras de ese oro líquido llamado whisky, sobre todo del Johnnie Walker Gold Label Reserve. Cuando alguien pide una de estas botellas llega a la mesa, ceremonia incluida, llevada en andas por las doradas chicas Johnnie Walker. Claro, en esta barra también se sirven highballs con Johnnie Walker Black Label, y el cóctel preferido por los danzantes, un gin tónic preparado con Tanqueray N° Ten.

En el segundo piso está la Zona VIP, también conocida como la Zona Johnnie Walker, porque el caminante sigue imponiendo su presencia. Allí, todo el portafolio de Johnnie Walker tiene un lugar de honor, y no es una excepción que se pidan varias botellas del icónico whisky Johnnie Walker Blue Label, pues el público de Amärea sabe divertirse, es muy exigente y siempre pide lo mejor… y qué mejor que un Blue Label, o esa otra joya del whisky llamada John Walker & Sons King George V, cuya presencia es notoria.

La Zona de Boxes se llama Tanqueray. Esta rodea todo el primer piso, pues otra de las virtudes de la discoteca son sus amplios espacios, siempre abiertos, siempre con el ánimo a tope. Como su nombre lo indica, este territorio del gin, de refrescantes cócteles con Tanqueray N° Ten, Tanqueray London Dry y los Tanqueray Flor de Sevilla y Tanqueray Dark Royale. Es verano, la vida exige color, sabor y espléndidos aromas, y qué mejor que un gin para obtenerlos. 

La Terraza se llama Don Julio en honor del tequila mexicano. En sus distintas versiones, Blanco, Reposado, Añejo y demás, este espacio destaca, además de las siempre cumplidoras palomas, porque cuando la energía abunda qué mejor que los sabores concentrados, ahumados, bravíos, propios de un tequila Don Julio en estado puro.

Pero los dones de Amärea no se quedan aquí. A partir de las 4 a.m., la terraza de Don Julio se transforma en Clandestina. En el verano de 2023 albergaba a unas 180 personas, pero la han remodelado, no solo para acoger a unos 350 visitantes, sino para que la fiesta sea aún más explosiva. El espacio abre entrada la noche y el alborozo dura hasta bien entrado el día. Eso sí, en Clandestina, en Amärea, en Punta Hermosa, la alegría nunca acaba. Advertido estás.

UN LUGAR PARA QUEDARSE, HACIENDA

Saber que uno había llegado a Punta Negra era muy fácil. Solo había que levantar la vista y si ya se divisaba su “castillo”, pues habías arribado a este simpático balneario ubicado a la altura del kilómetro 49 de la Panamericana Sur.

El “castillo” fue construido en los años 70, donde ahora aterrizó Hacienda, para poder recuperar este icónico edificio de la arquitectura veraniega limeña, y llenarla de fiesta y diversión.

Pues esto es lo que ofrece Hacienda todos los viernes. DJs competentes, música al máximo volumen, espíritu juvenil y buenas barras con el portafolio de Diageo como el whisky Johnnie Walker, el tequila Don Julio, el gin Tanqueray, el ron Zacapa, el vodka Smirnoff y más. 

Sí, los reggaetones y la pachanga se imponen en Hacienda, el baile resulta contagioso, pero hay una zona, llamada Capilla, donde reina la electrónica. Allí la vorágine es otra: retumban los beats y los drops más extremos. ¿Y qué hacer para seguir energizados? Pues ir a la barra y pedir una botella de whisky Johnnie Walker Black Label, o un vodka tonic con Smirnoff o, tal vez, un Tanqueray Tonic, el cóctel del verano.

Los sábados, Hacienda se transforma en Lülü, otra forma de diversión. Esta vez, la música que prefieren los danzantes va por la salsa, el pop y el rock que los impactó en los añorados 80 y 90. También hay bandas en vivo, sobre todo rockeras, quienes apelan a la nostalgia para armar un concierto inolvidable.

Este público tiene como destilado favorito al whisky Johnnie Walker. En las barra de Lülü está en todas sus versiones, porque esta gente sabe que el reposo y el añejamiento son un sinónimo de calidad.

Sí, el Sur Chico está de moda. ¡Que la fiesta continúe!